¿Cuántas veces te han pedido dar retroalimentación sobre una presentación y, al intentar organizar tus ideas tras escucharla en tiempo real, te ha resultado difícil decir algo más que «Está bien»?

O te has tomado el tiempo de dar consejos precisos y matizados para mejorar la presentación de un colega, solo para descubrir que no sabes cómo comunicarlos o que no saben cómo implementarlos?

La retroalimentación creativa es difícil de conceptualizar sin el contexto adecuado, y más aún en presentaciones, donde tienes que escuchar, absorber, procesar y evaluar todo en tiempo real. Nadie puede dar buena retroalimentación así, pero no es culpa del presentador (¡ni tuya!). Solo necesitas un mejor proceso de retroalimentación.

Para dar mejor retroalimentación a presentaciones debes analizar dos aspectos:

• La retroalimentación en sí
• Cómo se entrega (y recibe)

¿Listo para aprender a mejorar ambos? Empecemos.

Por qué es importante dar retroalimentación a una presentación

Dar retroalimentación a una presentación aporta varios beneficios clave.

Fomenta el crecimiento y mejora tus habilidades de presentación

Nadie nace siendo un presentador eficaz. Se necesita tiempo, habilidad y práctica para dominar la oratoria y la comunicación, y lograr presentaciones impecables siempre.

Como dice el viejo refrán, la práctica hace al maestro. Hacer presentaciones de práctica para recibir retroalimentación de colegas de confianza te da más experiencia —y con menos presión.

Y al ofrecer retroalimentación efectiva y accionable (más detalles abajo) a un colega, aseguras que su próxima presentación sea aún mejor, beneficiando a tu empresa.

Ayuda a afinar el mensaje

A la hora de afinar el mensaje en una presentación, la autoevaluación solo llega hasta cierto punto. A veces necesitas otra perspectiva —o varias de toda tu organización— para colaborar y definir los puntos clave que los asistentes deben llevarse. Dar retroalimentación te ayuda a perfeccionar el mensaje y a colaborar con otros hasta dejarlo perfecto.

Mide el compromiso de la audiencia

Una de las tareas más difíciles al presentar es mantener la atención de la audiencia de principio a fin.

Esto es aún más cierto en presentaciones orales sin componentes audiovisuales. En ese caso, es crucial identificar los momentos en los que la audiencia puede perder el foco —por ejemplo, si te adentras demasiado en detalles.

Dar retroalimentación te permite ponerte en los zapatos de la audiencia. Intenta ver y escuchar la presentación desde su perspectiva y, si en algún momento sientes que tu mente se dispersa, tómalo en cuenta: ahí puede fallar el compromiso de la audiencia en la versión final.

No toda retroalimentación es igual

Es importante recordar que no toda retroalimentación es útil.

No toda retroalimentación beneficia al presentador. No toda es accionable. No toda es relevante. No toda es útil.

Cuando la retroalimentación falla, suele ser por uno de dos motivos.

La retroalimentación es de baja calidad

Por buenas intenciones que tengas, podrías dar retroalimentación deficiente.

Algunos ejemplos de retroalimentación de baja calidad son:

• Retroalimentación vaga o confusa
• Retroalimentación demasiado personal o agresiva
• Retroalimentación deshonesta, incluso si busca cuidar los sentimientos del presentador

La comunicación de la retroalimentación falla

Es posible que tu retroalimentación sea útil, pero no cuentes con un sistema eficaz para comunicarla. Esto resulta especialmente complicado cuando varias personas dan feedback al mismo tiempo.

Por eso Bubbles es la mejor forma de dar retroalimentación a una presentación. 

El presentador puede grabar su discurso e incluir un video de pantalla para capturar su presentación en PowerPoint u otro recurso visual. Luego, los colegas pueden dejar sus comentarios en el momento exacto (con marca de tiempo) donde aplique su retroalimentación, y dar su crítica en texto, audio o video. Cualquiera puede responder a un comentario dentro de un hilo que captura (y conserva) todo el contexto de la conversación hasta el momento. Esto facilita la retroalimentación colaborativa en grupo y permite al presentador consultar los comentarios en cualquier momento.

6 formas de dar retroalimentación efectiva a una presentación

¿Listo para dar retroalimentación que convierta una buena presentación en excelente? Los seis consejos siguientes te ayudarán a dar retroalimentación efectiva y útil al presentador, con acciones claras para mejorar su presentación. Comencemos.

Sé específico

Al dar retroalimentación, sé lo más específico posible. En lugar de decir «La presentación fue efectiva», dile al presentador exactamente qué funcionó. Por ejemplo, un mejor comentario sería: «La idea principal de la quinta diapositiva fue clara y me impactó.» Así indicas al presentador qué te pareció eficaz en lugar de un cumplido vago.

Si te cuesta ser más específico con tu retroalimentación (por ejemplo, al no saber cómo expresarte), ¡un ejemplo puede ayudar! En tu comentario en Bubbles, usa un fragmento de tu propia presentación (o incluso de una charla TED u otro evento profesional) para ilustrar con claridad lo que pides al presentador.

Cuando dejes comentarios en Bubbles, asegúrate de marcarlos con la hora exacta de la presentación a la que se refieren. Esto ayuda a que el presentador aproveche al máximo tu retroalimentación y comprenda tu punto en el contexto adecuado.

Hazlo accionable

Por muy específico que seas, tu retroalimentación no ayudará si el presentador no puede actuar sobre ella. Por eso el siguiente consejo es dar retroalimentación accionable: no solo indiques qué cambiar, sino qué pasos pueden dar para mejorar.

Por ejemplo, no digas simplemente que alguien debe mejorar su lenguaje corporal al presentar. Diles, lo más específicamente posible, cómo podrían mejorar su lenguaje corporal: por ejemplo, hacer más contacto visual o usar más gestos con las manos.

Incluso puedes ir un paso más allá y explicar por qué haces esa sugerencia. Por ejemplo, podrías decir: «Te sugiero esforzarte por hacer contacto visual con más miembros de la audiencia. Esto involucrará a más personas y mantendrá su atención, además de que tu discurso sonará más natural.»

Sé constructivo

En la misma línea que lo accionable está lo constructivo: tu retroalimentación debe centrarse en aspectos que el presentador pueda controlar y cambiar.

La crítica constructiva puede ser difícil de hacer bien. Requiere señalar cómo puede mejorar el presentador —a veces puntos que pueden sentirse personales al recibir la retroalimentación. Pero si es realmente constructiva, es preferible darla antes que suavizar tu crítica para evitar herir al presentador. Y si el objetivo de tu retroalimentación es herir al presentador, definitivamente no es constructiva.

Resalta lo positivo junto a los puntos de mejora

Al dar retroalimentación sobre una presentación, es fácil centrarse solo en lo que el presentador debe mejorar. Pero igual de importante es dar comentarios positivos que reconozcan lo que hacen bien.

De hecho, quizá quieras esforzarte más por encontrar lo positivo que por señalar las áreas de mejora. En un estudio de la académica Emily Heaphy y el consultor Marcial Losada, se midió la eficacia de los equipos y se comparó con la proporción de comentarios positivos y negativos entre sus miembros. Heaphy y Losada hallaron que en los equipos más eficaces la proporción era de 5,6: casi seis comentarios positivos por cada negativo.

Los equipos de rendimiento medio promediaron 1,9 comentarios positivos por cada negativo. Y los equipos menos eficaces fueron más negativos que positivos, con una proporción de 0,36 (casi tres negativos por cada positivo).

La investigación muestra que, por tentador que sea señalar solo cómo mejorar, puede ser aún más útil encontrar la mayor cantidad de aspectos positivos junto a tu crítica constructiva.

Sé oportuno

Este es otro consejo que requiere encontrar el equilibrio. Debes dar retroalimentación rápidamente, pero no tan pronto que no hayas tenido tiempo de asimilar la presentación y procesar tus ideas.

Dar retroalimentación en tiempo real (por ejemplo, en una reunión de revisión) puede parecer eficaz, ya que ofrece al presentador una retroalimentación instantánea. Sin embargo, la retroalimentación instantánea no siempre es ideal para los colegas que critican la presentación, que podrían ofrecer comentarios más útiles si tienen más tiempo para pensar.

Cuando usas Bubbles para dar retroalimentación a una presentación, permite que cada miembro del equipo lo haga a su propio ritmo. También permite que vean la presentación varias veces o revisen secciones específicas antes de dar feedback.

Además, elimina la necesidad de programar una reunión para entregar la retroalimentación. Incluso si el presentador y los que dan retroalimentación están en diferentes zonas horarias, pueden ver la presentación y dar feedback cuando les convenga —y el presentador puede consultar esa retroalimentación cuando vuelva a estar en línea.

Haz varias rondas de retroalimentación

Mientras todos dan su feedback, pueden colaborar en hilos de comentarios en Bubbles. Esto permite que todos vean lo que ya se ha dicho, con todo el contexto y las matizaciones del debate, manteniendo a todos alineados. El presentador puede responder con comentarios, y quienes dan feedback pueden ver la presentación varias veces para ofrecer más rondas de retroalimentación.

Esto ayuda a que la retroalimentación sea lo más completa posible y que el presentador y todos los que la critican puedan enfocarse en los mensajes clave surgidos de las rondas de comentarios —¿qué cambios son más impactantes? ¿Qué hará que esta presentación pase al siguiente nivel?

Haz que la retroalimentación sea más completa y colaborativa

Dar retroalimentación a una presentación resulta más efectivo cuando todo tu equipo puede colaborar sin fricciones para ofrecer comentarios completos al presentador. Con Bubbles puedes mantener esa conversación juntos, con todo el contexto necesario para diseñar la presentación perfecta.

Comienza hoy con la extensión gratuita de Chrome de Bubbles y empieza a colaborar con contexto.

‍