Dar feedback a empleados es complicado, especialmente en empresas pequeñas. Si lo manejas mal, puedes afectar la moral, crear un ambiente tóxico… ¡y generar mucha incomodidad!

Pero el feedback es clave para impulsar tu empresa. Aunque las revisiones anuales son valiosas, los chequeos regulares y el feedback son clave para mejorar rápido. Un feedback constructivo, tanto negativo como positivo, mejora el compromiso, apoya el desarrollo, genera confianza y aumenta la retención.

Una encuesta reveló que el 40 % de los empleados se siente desconectado al no recibir feedback, frente al 1 % y 22 % de quienes recibieron feedback positivo o negativo. 

En fase de crecimiento, no hay tiempo para ignorar los problemas y evitar el feedback por incomodidad.

¿Cómo dar críticas constructivas al desempeño de los empleados para avanzar sin caer en errores? ¿Qué implica dar feedback en un entorno con equipos distribuidos y trabajo asíncrono? ¿Las conversaciones presenciales ya no van o los correos son demasiado impersonales? ¿Dónde trazar la línea entre responsabilidad y microgestión?

Dar feedback constructivo no es solo cuestión de comunicación (¡aunque es importante!). — también necesitas procesos y herramientas adecuados y escoger el formato de comunicación idóneo (sincrónico vs. asincrónico) según la situación.

Lo más complicado es que no hay un enfoque único para todos. Debes considerar factores como ubicación del equipo (remoto vs. presencial), tipo de feedback, objetivo de los comentarios y número de participantes.

Veamos cómo ofrecer feedback eficaz que impulse la acción y dé autonomía a tu equipo.

Cómo ofrecer feedback eficaz a empleados

Recibir input constructivo, preciso y constante hace que el 85 % de los empleados esté más motivado y que el 65 % se sienta más realizado en su trabajo.

El feedback efectivo no solo consiste en señalar lo que no funciona. Lo más importante es que los empleados entiendan cómo actuar según ese feedback para mejorar. Cómo ofrecer feedback constructivo que impulse acciones concretas:

Hazlo en privado.

Aunque sea con buena intención, el feedback puede ser difícil de digerir. Dar feedback negativo en privado brinda tiempo y espacio para procesar sus emociones. También evita la incertidumbre de los compañeros, que temen ser el siguiente en ser señalado públicamente (p. ej., en una reunión de equipo).

Ofrece feedback específico.

Investigadores encontraron que la gente prefiere feedback específico y directo que indique qué hacer y cómo hacerlo. Los receptores se sienten más motivados con feedback correctivo y orientado a soluciones. También debes iniciar y cerrar la conversación reiterando el propósito, como mejorar XYZ juntos.

Mantén tus comentarios objetivos: céntrate en el desempeño y en los comportamientos, no en la personalidad, para que no se sientan atacados, a la defensiva ni resistentes. Bubbles te permite tomarte tu tiempo para redactar feedback bien pensado y presentarlo de forma constructiva que inspire acción.

Sé sincero y empático.

No ofrezcas un sándwich de mierda: este método genera confusión y diluye el feedback. Ve al grano y enfócate en cómo apoyar a los empleados para lograr mejoras concretas. ¿Cómo suavizar el golpe? Ejercita una empatía profunda y genuina: sé objetivo y brinda espacio para que compartan sus reacciones.

El profesor de Wharton y autor Adam Grant recomienda que, en lugar del enfoque del sándwich, empieces declarando la intención del feedback. Investigadores encontraron que el feedback es 40 % más efectivo cuando se introduce con “Te doy este feedback porque tengo muy altas expectativas y sé que puedes alcanzarlas.”

Fomenta una conversación bidireccional.

Una conversación abierta ofrece una visión más profunda del problema y la oportunidad de ayudar a los empleados a encontrar soluciones. Sé curioso y pregunta: una sesión de feedback no debe ser un monólogo. Dales tiempo para prepararse y espacio para responder con criterio durante la conversación.

Fomentar un intercambio bidireccional en comunicación asincrónica puede ser más retador, pero no imposible. Crea un Bubble con tu feedback inicial, envíalo a tu empleado e invítalo a compartir sus ideas añadiendo comentarios al hilo. Mantienes la conversación en un solo lugar para referencia futura y das al destinatario tiempo y espacio para una respuesta reflexiva en lugar de reactiva.

Ayuda a los empleados a pasar a la acción.

Ni los empleados más capacitados e interesados pueden convertir el feedback en acción sin las herramientas adecuadas. Pregúntales qué necesitan para implementar los cambios acordados. Cierra la conversación con objetivos concretos y plazos para garantizar responsabilidad y dotar a los empleados de los recursos adecuados.

Realiza un seguimiento y continúa la conversación.

Ayuda a los empleados a rastrear su progreso y bríndales apoyo oportuno si no cumplen sus hitos. No te apresures a culpar: la mayoría se esfuerza y no incumple sus objetivos intencionadamente. Por ejemplo, pueden tener un problema de salud o un asunto familiar que les impida rendir al máximo.

Sin embargo, conocer bien a la persona en un entorno distribuido puede ser complejo. Haz el esfuerzo para que estas conversaciones de feedback sean bidireccionales y los empleados compartan libremente. Por ejemplo, anímalos a dar actualizaciones en el mismo Bubble donde compartes el feedback para mantener los canales abiertos.

Elige el formato de feedback adecuado para cada situación.

Cómo entregas el feedback es tan importante como lo que dices. Lo ideal es una conversación cara a cara, presencial o por videollamada según el caso. Otras veces, la comunicación asincrónica ofrece más ventajas. Estos son los formatos de feedback más comunes y cómo maximizar sus beneficios:

Feedback verbal

La conversación uno a uno es el canal más común en un entorno de trabajo sincrónico. Permite ver al instante cómo recibe el empleado el feedback y ajustar tu respuesta o profundizar en detalles. También puedes aportar contexto y matices con la entonación para reforzar tu mensaje.

Pero el feedback verbal también tiene inconvenientes.

Si tomas al empleado y le dices “hablemos”, puede sentirse acorralado y ponerse a la defensiva. En una conversación verbal a menudo hay divagaciones innecesarias y corres el riesgo de quedarte sin un plan de acción claro. Además, no queda registro de la charla, lo que dificulta el seguimiento de los detalles.

Para aprovechar el feedback verbal, reserva tiempo y avisa al empleado sobre los temas a tratar. Empieza con un resumen (tl;dr) para enfocar la conversación y usa ejemplos concretos para guiarla.

Da tiempo para asimilar el feedback en lugar de precipitar una respuesta y un plan de acción; luego, conversa sobre cómo trabajar con el empleado para afrontar la situación. Por último, haz seguimiento con un resumen de la conversación para asegurar que se registren los puntos clave y los siguientes pasos.

Feedback por escrito

Escribir tu feedback te da tiempo para reflexionar antes de compartirlo y mantiene un registro para futuros seguimientos. También ayuda a comunicar tus ideas mejor cuando la dinámica interpersonal no favorece el cara a cara.

Sin embargo, la comunicación basada en texto a menudo carece de información contextual y matices críticos. Teniendo en cuenta que gran parte de la comunicación depende de la entonación y el lenguaje corporal, es fácil malinterpretar las palabras escritas sin señales no verbales, sobre todo en situaciones delicadas o emocionales.

Mantén tu feedback escrito conciso y específico sobre la situación (por ejemplo, “en la reunión del martes cuando Michael presentaba…”) Proporciona ejemplos para ilustrar tu punto y consejos prácticos sobre cómo mejorar. Haz seguimiento para confirmar que lo leyeron y comprenden los siguientes pasos.

Feedback visual

Una imagen vale más que mil palabras. Con elementos visuales como video y capturas, señalas detalles sin escribir un texto largo… pero aún existe riesgo de malentendidos. Este método es útil para feedback de diseño.

Sin embargo, el feedback visual comparte inconvenientes con el escrito. La falta de entonación y lenguaje corporal dificulta dar contexto y matices adecuados (por ejemplo, al querer transmitir la sensación que debe evocar un diseño). Revisar flujos de usuario complejos y elementos interactivos con desarrolladores usando imágenes estáticas puede resultar frustrante.

Usa una herramienta de feedback para vincular comentarios específicos a cada componente visual y evitar confusiones. En feedback de diseño, enfoca tus comentarios en si un elemento cumple su objetivo (por ejemplo, lograr clics en un botón) y da al diseñador espacio para ejercer creatividad en la solución (por ejemplo, cambiar color y forma del botón).

Maximiza el impacto de tu feedback asincrónico.

Aunque las conversaciones uno a uno sincrónicas son mejores para temas de amplio alcance o asuntos graves (p. ej., actitud o comportamiento general), la comunicación asincrónica suele ser más eficaz y eficiente para feedback específico de proyectos o tareas. Puedes dar feedback concreto que ayude a los empleados a actuar de inmediato.

Tradicionalmente, la comunicación asincrónica se asocia con texto, con lo que sufre los mismos inconvenientes del feedback escrito mencionado. Pero estamos aquí para cambiarlo.

Con Bubbles puedes ofrecer feedback asincrónico bidireccional conservando el contexto y los matices. Puedes compartir pantalla y señalar visualmente elementos específicos (por ejemplo, cifras en un gráfico, una línea de código, un elemento de diseño) para ir directo al grano. Puedes recorrer un flujo de usuario para indicar lo que esperas de un componente interactivo, sin tener que escribir un texto largo.

Todos los beneficios del feedback asincrónico sin sus inconvenientes.

Supongamos que quieres crear un Bubble para comunicar feedback de diseño en una página de destino.

Paso 1: Graba tu pantalla mientras recorres el diseño de la página y compartes tu feedback: señala elementos y explícales para transmitir contexto y matices con la entonación adecuada.

Paso 2: Comparte la URL del Bubble con tu equipo. Solo copia el enlace y pégalo en un email, canal de Slack o wiki de Notion. ¡Hecho!

Paso 3: Tu equipo ve el Bubble cuando les sea conveniente, asimila el feedback de forma integral y se toma el tiempo para reflexionar antes de responder.

Paso 4: Los miembros del equipo aportan sus ideas con comentarios en la barra lateral, con marca de tiempo para indicar a qué pantalla se refieren.

Usar Bubbles es la forma más eficiente de revisar temas con mucho detalle, minimizando confusiones y malentendidos. Además, todo queda registrado en el hilo para que todos participen, aunque no estén presentes simultáneamente. Pueden ver y escuchar la conversación completa en contexto y consultar la transcripción luego para definir los siguientes pasos.

Bubbles facilita dar feedback productivo a los empleados. Además, puedes usar Bubbles de inmediato: no hay nada que instalar, ni registro. Descarga la extensión de Chrome de Bubbles y estarás listo para ofrecer mejor feedback a tu equipo. 

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